Una campaña política sin tema destacado
Los sondeos indican que lo que más preocupa a los suizos son los efectos de la crisis económica. Pero el tema no domina la campaña electoral.
El debate gira más bien en torno a la futura configuración del nuevo Gobierno federal.
Desde hace algunos meses, el instituto de investigación política de Berna, GfS realiza sondeos sobre la fuerza de los diferentes partidos en liza para las elecciones legislativas federales del próximo 19 de octubre. Y a la vez intenta identificar los temas que más preocupan a los suizos.
Los resultados muestran que los ciudadanos están preocupados, sobre todo, por la crisis económica y su impacto sobre el empleo. A ello se suman temas relativos a los seguros sociales, como el constante aumento de las primas del seguro de enfermedad y la elevación de la edad de jubilación.
Además, la problemática de la inmigración y de los solicitantes de asilo sigue preocupando a uno de cada tres suizos.
En resumen, hay un abanico de asuntos que podrían explotar los partidos en plena campaña electoral. La realidad, en cambio, refleja que estos temas han pasado a un segundo plano, pues en el centro del debate figura la futura configuración del gobierno, que se rige por la denominada ‘fórmula mágica’.
Un problema aritmético
El Gobierno suizo, conocido como el Consejo Federal, está compuesto de siete miembros provenientes de los cuatro partidos que integran el gobierno colegiado, conforme a lo que estipula la fórmula mágica, en vigor desde 1959.
Esa fórmula respeta el equilibrio de las lenguas (cuatro ministros de la Suiza de expresión alemana y tres de las regiones francófona y/o italófona), pero también la fuerza política de los cuatro partidos gubernamentales.
El problema radica en que la repartición según la fórmula mágica no se corresponde ya con la realidad. Hoy, el gobierno está integrado por dos ministros socialistas, dos radicales (derecha liberal), dos demócrata cristianos (centro derecha) y un demócrata del centro (derecha dura).
Lo que ocurre es que, la Unión Democrática del Centro (UDC) ha ganado cada vez más apoyo, desde que a mediados de los años noventa adoptó una línea política inequívoca de partido derechista y antieuropeísta, hasta convertirse en la formación política más votada en las elecciones de 1999.
UDC en alza
Las elecciones de octubre próximo confirmarán previsiblemente esta tendencia. Según las previsiones del Instituto GfS, la UDC volverá a ser el primer partido, con un 25% de los votos.
Desde un punto de vista puramente aritmético, la formación política tendría, por lo tanto, derecho a un segundo representante en el Gobierno federal.
Demócratas cristianos bajo presión
El Partido Demócrata Cristiano (PDC), por el contrario, ha perdido respaldo en los últimos años y se ha convertido en el menos votado de los cuatro partidos gubernamentales.
Según los sondeos, no logrará reunir más del 14% de votos en las próximas elecciones de octubre, por lo que muchos opinan que el PDC está sobrerepresentado en el Gobierno.
La presidenta del Partido Socialista Suizo (PSS), Christiane Brunner, ya ha manifestado que no ve inconveniente en reemplazar a uno de los dos ministros demócrata cristianos por uno de la UDC.
A ello se suma que durante la campaña el PSS lanzó carteles electorales en los que acusaba al ministro de Economía Joseph Deiss, miembro del PDC, de pasividad frente a la crisis económica y el crecimiento del desempleo.
Los socialistas ejercen presión sobre el PDC. Una forma de obligar al partido a aliarse menos con la derecha en el seno del gobierno. Y también el actual presidente suizo, Pascal Couchepin, miembro del Partido Radical, declaró que un segundo escaño de la UDC le parecía “lógico”.
Fiel a su costumbre, la UDC aprovechó la polémica para exigir la dimisión en bloque del gobierno y retardar la configuración del nuevo gabinete hasta después de las elecciones federales.
PDC no está todavía sepultado
En Suiza, no es el pueblo quien elige a los miembros del gabinete, sino las dos cámaras que conforman el Parlamento federal. El factor determinante es el número de escaños que detenta cada partido con representación legislativa.
Y el Partido Demócrata Cristiano goza de una situación más holgada de lo que parece desprenderse de los sondeos sobre intención de voto. Muy arraigado en las zonas rurales, el PDC dispone de un buen número de escaños en el Consejo de los Estados (cámara alta), cuyos miembros se eligen por sistema mayoritario.
Actualmente el PDC suma 50 escaños, incluidas las dos cámaras, frente a 52 de la UDC, 58 de los socialistas y 60 de los radicales. Una situación que no debería cambiar mucho después del 19 de octubre.
Pero también la actitud de provocación de la UDC plantea problemas. Durante la última legislatura, el partido derechista adoptó posiciones opuestas a las del gobierno, practicando casi sistemáticamente una política de oposición.
Llegado el momento de reelegir al Consejo Federal, radicales y socialistas deberían cuestionarse si la integración de un segundo representante de la UDC en el Ejecutivo no pone fin de forma definitiva a la política de concordancia que viene practicándose en Suiza desde hace casi medio siglo.
swissinfo, Olivier Pauchard
(Traducción: Belén Couceiro)
Datos clave
Partidos en el Gobierno:
PDC (Partido Demócrata Cristiano): 2 ministros
PRD (Partido Radical Democrático): 2 ministros
PSS (Partido Socialista Suizo): 2 ministros
UDC (Unión Democrática del Centro): 1 ministro

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