El domingo 25 de septiembre, la población suiza aceptó por escaso margen una reforma del primer pilar del sistema de pensiones.

La enmienda a la ley federal sobre el retiro establece la equiparación de la edad de jubilación de las mujeres con la de los hombres, elevándola de 64 a 65 años y fue aceptada por el 50,6% de los votantes.

La reforma se acompañó de un segundo punto, el aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 7,7% al 8,1%, que deberá alimentar las arcas de este seguro. Esta parte de la reforma fue aceptada más claramente por alrededor del 55% del electorado.