Suiza tiene una economía fuerte, una inflación y una deuda nacional bajas y una baja tasa de desempleo. Es difícil creer que hace solo unas pocas generaciones Suiza fuera un país pobre y muchos tuvieran que irse a buscar trabajo al extranjero. El mercado laboral se ha transformado drásticamente desde entonces y sigue cambiando.

En el siglo XIX comenzaron a despegar las industrias textil y química del país, seguidas de la industria de la maquinaria y del sector bancario. Pero hubo que esperar hasta el final de la Segunda Guerra Mundial para que las personas que vivían en los cantones más pobres dejaran de buscar trabajo en otros países de forma habitual.

Hoy en día, Suiza se ha convertido en un lugar de trabajo muy popular a nivel internacional, con buenos empleos en servicios de informática, finanzas o en la industria farmacéutica, así como en el sector de la confección o la gastronomía. Es sede de muchas empresas multinacionales y organizaciones internacionales. El salario medio de un trabajo a tiempo completo es de 6 500 CHF ($ 7 190) al mes. Pero el coste de la vida en Suiza es alto.

Un factor importante en la estabilidad del mercado laboral suizo es el sistema de educación y formación profesional del país. Aunque el desempleo aumentó en 2020 debido a la pandemia, Suiza tiene, por regla general, una de las tasas de desempleo juvenil más bajas de Europa, que en 2019 estaba en torno a un 4,58%.

Traducción del inglés: José M. Wolff