Basilea alberga una de las mayores colecciones de escarabajosEnlace externo del mundo y, como cualquier parte del planeta, está rodeada de insectos. El fotógrafo Adrian Künzli, oriundo de esa ciudad helvética, ha centrado su interés y su lente en esos pequeños seres vivos, convirtiéndolos en objetos de arte.

Thomas Kern

Adrian Künzli (Fotos) y Thomas Kern (Texto)

Para llevar a cabo su proyecto, Adrian KünzliEnlace externo no tuvo que recorrer largas distancias. Ni siquiera salió de su casa. Todos los insectos que se muestran en esta galería se cruzaron en su camino. Encontró a sus modelos en la ventana de su salón, en la cocina, en el sótano o en su jardín. Con una excepción: la mantis religiosa. Al regresar de unas vacaciones en España encontró entre su equipaje un capullo lleno de huevos.

Con la compra de un nuevo lente Adrian Künzli entró en el mundo de la macroperspectiva por casualidad. “De repente me vi rodeado de insectos. En el alféizar de la ventana, en el ramo de flores marchitas de la mesa, en el jardín, en la piscina infantil de nuestro hijo, donde de repente aparecieron hormigas voladoras en el agua caliente y estancada”, narra el fotógrafo.

Los clichés nos permiten comprender este mundo desconocido y a veces aterrador, en el que la avispa que es comida por las hormigas de cabeza roja se convierte en un trabajo estético.