Latinoamericanos: un torneo muy exigente
Exigente, difícil, duro... El 39° Festival Internacional de Ajedrez que se realiza en Biel recibe tales calificativos de los tres escasos participantes latinoamericanos.
Como las competencias de alto nivel son esporádicas en sus países, vinieron a Suiza para ganar más puntos y, sobre todo, experiencia, pese a las largas horas de viaje en avión o al alto costo de la estadía.
"El Festival es de primer nivel, todos los participantes de mi grupo son fuertes, nos hemos enfrentado en otros torneos mundiales y siempre hubo luchas muy difíciles", declara Lázaro Bruzón a swissinfo, tras su partido de siete horas ante el ucraniano Andrei Volokitin.
Este fue el cuarto empate de Bruzón, el gran maestro cubano de 24 años, que hasta el lunes 31 de julio había jugado siete partidos, de los cuales perdió tres.
La ausencia de triunfos no le quitaba el placer de estar en el Festival de Biel, al que asiste por primera vez, "aunque sabía de este torneo que es famoso, tiene gran prestigio, se publica en revistas. Había escuchado, además, que era una competencia bien organizada y lo he comprobado ahora".
Para Bruzón, la participación de sólo un gran maestro y dos ajedrecistas latinoamericanos en Biel se explica porque "en Europa hay más jugadores, el ajedrez aquí está más desarrollado. La lejanía con Latinoamérica también influye en los jugadores del torneo abierto".
Ajedrez en Cuba es masivo
Cuando Bruzón habla de Latinoamérica parece excluir a Cuba, donde según dice, el ajedrez, como otros deportes, recibe apoyo del Estado, se juega masivamente y se enseña en las escuelas.
"Es muy popular, pero lo practican más los hombres, como en otros países. Aunque hay mujeres que juegan muy buen ajedrez, no alcanzan el nivel de los hombres", precisa.
Bruzón, que el 2000 jugó un torneo en Lausana, expresa que "de Suiza me agrada todo, la comida, el clima, me siento muy bien". Su "poco inglés" le basta para comunicarse.
Si me invitan otra vez y tengo posibilidades en ese momento, quisiera volver a Biel, no sé si el 2007, pero me gustaría regresar e intentar hacerlo mejor que este año, en que no me ha ido bien, señala finalmente.
Desde Bolivia, un ajedrecista de 20 años
Frente a frente estaban el suizo Christoph Kuert, de 51 años, y el boliviano Alan Borda, de 20, totalmente concentrados en el tablero. Tras cinco horas y media de juego, ganó el suizo.
"Fue un gran adversario. Al principio él jugó mejor, luego peleamos de igual a igual en 80 movimientos hasta que sólo quedaron tres piezas, dos mías y una suya", dice Kuert de Borda.
El boliviano, algo desanimado por la derrota, refiere que está en Biel gracias al apoyo de la empresa boliviana Entel y sobre todo "de mis padres".
"Ellos apoyaron mi proyecto para jugar en Italia, donde me fue más o menos; en Hungría, donde me fue bien, y en Suiza, donde hasta ahora me va mal, pues he perdido cuatro partidos, he empatado dos y he ganado sólo uno", afirma sin eufemismos.
Este joven cuenta que su familia de clase media vive en El Alto, que su hermana, Carla, de 16 años, es la primera candidata a maestra FIDE (que otorga la Federación Internacional de Ajedrez) en su país, que su hermanito César es otro fanático del ajedrez.
Suiza: entre la naturaleza y la alta tecnología
Aunque no le va bien en Biel, donde está por primera vez, Borda se siente orgulloso de participar en "uno de los torneos más famosos del ajedrez mundial, con jugadores de alto nivel".
Los suizos y europeos están informados de las últimas novedades del ajedrez, cada jugada está grabada en Internet. En Bolivia no estamos tan especializados, se lamenta Borda, quien permanecerá en Suiza hasta octubre, para aprovechar todo eso que no tiene en su país.
De Suiza, "un país muy bonito", le atrae esa combinación entre "alta tecnología y naturaleza". No le gusta la comida. ¿Y las chicas?. Ellas sí, responde con una sonrisa.
En 2003 Borda terminó el colegio y desde el año pasado se dedica profesionalmente al ajedrez. "Para mí este deporte es más que un hobby y aunque no puedo vivir de él, gracias a mis padres puedo seguir adelante para realizar el sueño de convertirme en gran maestro".
Con posibilidades de ganar
Aunque vive en Polonia desde hace tres años, Carlos Alvarado, de 31 años, sigue compitiendo por el Perú. "Lo que más me gusta de vivir en Europa es poder jugar muchos torneos, todos están relativamente cerca", dice este ajedrecista que está en Biel por primera vez.
Alvarado, con un ELO de 2168, había ganado hasta el 31 de julio 4 de los 7 puntos en disputa. "Todavía tengo posibilidades de lograr uno de los cinco premios en la categoría 'Jugadores de menos de 2200 puntos de ELO", dice orgulloso.
"El torneo es muy exigente, pero lo estoy haciendo bien, hoy gané a un maestro FIDE croata", agrega Alvarado, quien financia sus viajes con su trabajo como profesor de español en Varsovia.
Biel era un destino largamente esperado por el peruano. "Decidimos venir porque puedo entrar a Suiza solamente con mi tarjeta de residencia polaca, sin visa".
Suizos tolerantes
Sobre la ausencia de latinoamericanos en Biel dice: "La mayoría juega en España, donde hay muchos torneos en verano. Además, Suiza les resulta muy cara. Aquí hay más europeos del este porque ellos viven del ajedrez, no porque los latinos tengan menor nivel. Todo depende de los recursos económicos".
Al peruano Suiza le parece "un país excelente, me han tratado bien. Me gustaría vivir aquí, los suizos son tolerantes. Diría que la integración de los extranjeros es mayor que en España".
"Suiza es más moderna que Polonia, más ordenada, el automovilista espera que uno cruce la calle", afirma mientras una joven rubia lo espera. Es su esposa Jolanta Alvarado (28), polaca y una de las pocas participantes femeninas en Biel.
El ajedrez los unió
Jolanta y Carlos se conocieron virtualmente en 2001 jugando una partida por Internet. Un año después ella viajó al Perú a conocerlo personalmente, Cupido los flechó y en 2003 él partió a Polonia para casarse con su contrincante deportiva.
"Me gusta su sentido del humor, su capacidad de hacerse amigo de todo el mundo", dice Jolanta de su esposo al que describe como un ajedrecista "talentoso, mas en su nivel necesita estudiar y trabajar mucho para subir su ELO", advierte esta ajedrecista con 2089 puntos de ELO.
Ella no está contenta con su rendimiento. "He jugado 7 partidos, me quedan 4 y sólo conseguí medio punto. Mis rivales hasta ahora han sido hombres y ellos siempre quieren ganar a una mujer para no perder su orgullo. Pero estoy aquí para acompañar a Carlos", se consuela.
Al igual que su esposo, Jolanta considera que Suiza es "muy bella, un país multicultural, con muchos extranjeros, sobre todo en Zúrich, donde por todas partes escuchamos español".
swissinfo, Rosa Amelia Fierro, Biel
Contexto
Biel no había recibido a un campeón cubano desde hace 18 años, cuando Jesús Nogueiras tomó parte en un torneo de grandes maestros.
Lázaro Bruzón es el número uno de su país. Nacido hace 24 años en la provincia cubana de Las Tunas, se convirtió en gran maestro a los 17 años.
Meses después, en el año 2000, se consagró campeón del mundo Junior, uno de los más grandes éxitos en su carrera.
Después logró otras victorias como el título de Young Masters en Lausana (2001), dos títulos nacionales cubanos (2004 y 2005) y su victoria en el torneo de B de Wijk aan Zee, en los Países Bajos.
El 2005 tuvo una actuación magistral en el campeonato continental americano, verdadero torneo de referencia para los mejores representantes de Norte, Centro y Sudamérica.
Datos clave
Alan Borda fue campeón del Primer Tablero Nacional en la categoría Sub 16 (2002).
Luego fue campeón en su país en las categorías Sub 18 y Sub 20. El 2004 ganó dos campeonatos nacionales.
Participó además en dos campeonatos mundiales realizados en España y en seis campeonatos panamericanos.

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