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Eventual cuota antiembotellamiento

En Londres, la 'C' marca la zona en la que los conductores deben pagar un cargo. Keystone

Tras el inesperado éxito en Londres de la tasa para disminuir saturaciones viales en la ciudad, en Suiza se reflexiona sobre su aplicación.

Este contenido fue publicado el 12 julio 2004 - 11:58

Sin embargo, la Constitución prohíbe imponer cobros por el uso de las vías públicas, por lo que algunos expertos se inclinan por un proyecto de prueba.

Derecho por uso de la red vial citadina o tasa antiembotellamiento, ‘City Maut’ o ‘Road Pricing’ (en inglés) son algunos de los términos con los que se conoce el instrumento para evitar colapsos de tráfico en algunas ciudades de Escandinavia, Singapur y Gran Bretaña.

Nombres distintos para una misma función: aquel que circule con su automóvil en una zona vial citadina con alta concentración de tráfico, debe pagar una cuota.

30% menos tráfico en el ejemplo londinense

Las tasa parece aplicarse de forma sencilla y efectiva, según muestra el ejemplo de la ciudad de Londres.

El presidente municipal de esa ciudad, Ken Livingstone, hizo un balance tras un año de haber impuesto la tasa de circulación y los resultados son llamativos: El tráfico local en esa zona se redujo 30%.

En ese perímetro dejaron de circular al día 70.000 vehículos mientras que unos 110.000 conductores pagan diariamente la tarifa de 5 libras esterlinas (alrededor de 12 francos suizos) por transitar allí.

Las 68 millones de libras que ingresan por el cobro de esta tasa (alrededor de 155 millones de francos) se dirigen por completo a los servicios del tránsito público.

Tras el éxito de la medida, que sorprendió tanto a escépticos como a defensores, aquí en Suiza también se comenta sobre sus eventuales ventajas para el tráfico local.

“Con una contribución vial como ésta pueden responsabilizarse a los causantes directos del tráfico vehicular, cuyos costos hasta ahora no pueden ser cubiertos”, indica Adrian Schmid, jefe del sector de política de circulación de la Asociación Tráfico y Ambiente de Suiza (ATA).

Pragmatismo...

Schmid apoya la realización de un proyecto piloto, como comenta a swissinfo: “Debería evaluarse su pueta en marcha para saber dónde podría aplicarse un untento semejante: ¿Sería adecuado hacerlo en un gran espacio como el de Zúrich o Ginebra, mientras que Lucerna resultaría demasiado pequeña para algo así?”

Cómo financiar el proyecto es una cuestión que queda por responder. Pero para Schmid está claro que el concepto debe estar acompañado por argumentos científicos y políticos que aseguren sus bases en el momento de aplicarlo.

El especialista descarta que la cuota antiembotellamiento sea “la única solución” para frenar la sobrecarga vehicular en las aglomeraciones helvéticas. “Me gustaría mucho más lanzar una amplia discusión al respecto, que también aborde el aspecto del derecho democrático”.

... en vez de cambio constitucional

Para que una cuota vehicular antitráfico se implante debe ser cambiada la Constitución Federal pues en ella está inscrita la prohibición de cobros por uso vial.

“Por el momento, una revisión de este tipo no tiene ninguna oportunidad realista en Suiza”, considera Markus Liechti, gerente de proyectos de Tráfico y Ambiente, que reúne a 24 organizaciones europeas ecologistas y que, con sede en Bruselas, intenta que la tarifa antiembotellamiento sea incluida en la agenda de la política vial de la Unión Europea.

Al igual que su colega Schmid, Liechti da prioridad a las ventajas de un camino pragmático para la imposición de la medida: “Una aplicación a prueba, que fuese idealmente dirigida por las autoridades de medio ambiente, mostraría sin duda resultados positivos, y de esta forma se facilitaría la enmienda constitucional”.

Un eventual proyecto de prueba – que puede ser realizado a través de un permiso excepcional de las autoridades federales- no sería boicoteado por la Asociación de Ciudades Suizas. Sin embargo, para su director, Urs Geissmann, no es tema de debate el establecimiento de una cuota vial antiembotellamiento generalizada.

Una de las razones del rechazo son las inexistentes bases constitucionales. Otra es que “en la situación actual, una cuota vial no resulta ser el medio financiero adecuado para el tráfico en aglomeraciones”, considera Geissmann.

Sería necesario un nuevo sistema

En el caso de apelar cambios constitucionales, opina, se requeriría una modificación en la estructura del manejo de las contribuciones viales: “Las cuotas establecidas en los carburantes, los impuestos vehiculares y las viñetas para uso de autopistas tendrían que ser readaptadas a la cuota antiembotellamiento”.

Dos puntos clave están íntimamente relacionados con la propuesta. Por una parte, todas las entradas de calles implicadas tendrían que ser registradas para descartar posibles rodeos del tráfico en la zona implicada.

Por otra parte habría que marcar las fronteras del espacio afectado por el pago. “ ¿Sería sólamente el centro de la ciudad o rodearía toda la ciudad o, incluso, abarcaría las aglomeraciones?”, se pregunta Geissmann, ya que las ciudades suizas no muestran las características de la típica ciudad con núcleo definido, sino que constan de grandes partes que enlazan aglomeraciones.

TCS no le ve posibilidades

La Asociación automovilística Touring Club Suiza (TCS) muestra rechazo total al concepto de esta cuota pues la define como una “tarifa antisocial de uso de calles” y defiende el actual principio constitucional que considera injustificado pagar cualquier tipo de tributo en ese sentido.

“Con la imposición de la cuota vial al estilo londinense, el automovilista afectado tendría que desembolsar alrededor de 3.000 francos al mes”, indica un documento de la TCS al respecto.

La TCS no es la única en mantener esa posición. En abril pasado el parlamento de Berna rechazó una iniciativa gubernamental cuyo objetivo era justamente la abolición de la prohibición constitucional.

En el plano federal, el parlamento ya ha rechazado en varias ocasiones la imposición de una cuota general antiembotellamiento. La última vez lo hizo en mayo del 2003.

El pulso de la ciudadanía

Pese a las señales negativas de los diversos actores políticos, el tema no ha sido discutido. TA-Swiss, el Centro para la Evaluación de Tecnologías de Suiza, ha programado una serie de encuentros para abordar la eventual implementación de una cuota para el uso de las vías citaditas.

Expertos y representantes de las autoridades y la ciudadanía están llamados a conversar sobre aspectos específicos de su implementación en Suiza, como por ejemplo, por qué los conductores están dispuestos a pagar un lugar de estacionamiento pero no una cuota por el uso de una calle.

swissinfo, Renat Künzi
(Traducido por P. Islas)

Datos clave

Precursores de la cuota vial citadina son Gran Bretaña, Singapur y los países escandinavos.

Ciudades que han implementado la medida:
Singapur (1975)
Bergen (1986)
Londres (2003)

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Contexto

En Edimburgo, Cardiff, Bristol, Manchester, Barcelona, Milano, París y Berlín se planea su aplicación.
En Estocolmo (de junio del 2005 a julio del 2006).
La tarifa antiembotellamientos en Londres cuesta 5 libras. Se paga en un kiosko, a través de Internet o de la mensajería de la telefonía móvil.

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