Por valientes: tres días de poder a las mujeres
En una tradición tricentenaria, las mujeres pueden reclamar el poder durante tres días de enero en dos pueblos suizos. Es meramente una diversión, pero con raíces en un acontecimiento histórico y puede inscribirse en el debate actual sobre la igualdad de género.
- Deutsch Tapferkeit aus alten Tagen bringt Frauen an die Macht
- Português Folclore em vilarejos suíços coloca mulheres no poder por três dias
- 中文 瑞士女性凭借历史上的英勇表现赢得三天特权
- عربي شجاعة تاريخية كوفئت بمنح النساء ثلاثة أيام من السلطة
- Français Quand les femmes prennent le pouvoir durant trois jours
- English Historic bravery rewarded with three days of women’s power (original)
- Pусский Швейцарский обычай, или Власть принадлежит женщинам!
- 日本語 村の女性たちが勇敢さで勝ち取った権力の3日間
- Italiano Donne al potere per tre giorni grazie al loro eroismo
La “regla de las mujeres” es la orden del día, o mejor dicho de tres días, en Fahrwangen y Meisterschwanden, en el cantón de Argovia. Obedece al papel decisivo de las mujeres durante la segunda guerra de Villmergen en 1712, en la que se enfrentaron Zúrich y Berna con los cantones católicos de la Suiza central. Los dos pueblos estaban entonces gobernados por Berna y Fahrwangen era un campamento de tropas protestantes.
Los católicos lanzaron un ataque mientras los hombres estaban fuera, luchando. Cuenta la leyenda que el comandante del ejército bernés envió a las mujeres al bosque para hacer ruido y engañar a los invasores haciéndoles creer que eran tropas de refuerzo. La guerra terminó con una derrota católica.
Se dice que el comandante bernés quedó tan impresionado con el espíritu de lucha de las mujeres que les concedió tres días al año para que hicieran lo que quisieran. Esos días se conocen como Meitli-Donnerstag (jueves de las chicas), Meitli-Samstag (sábado de las chicas) y Meitli-Sonntag (domingo de las chicas), y se celebran todos los años.
Atrapar a los hombres
Noventa mujeres de todas las edades participaron en el evento de 2020, un poco más que en años anteriores, lo que demuestra que la vieja tradición se resiste a la prueba del tiempo en el cantón de Argovia. La Asociación Meitlisonntag fue fundada en 1912, 200 años después de la guerra de Villmergen, pero la primera mención oficial de la costumbre data de 1842.
El jueves de las chicas, grupos de 12 a 15 mujeres se dirigen a un primer bar acompañadas por tamborileros. Ofrecen bebidas a los hombres y bailan con ellos antes de elegir a sus 'víctimas'. El comité organizador ofrece clases de baile previamente para asegurarse de que todas las participantes estén listas.
Los 'rehenes' elegidos suelen ser hombres que han contribuido de alguna manera a la cohesión del pueblo, por ejemplo, a través de un trabajo voluntario, pero no hay criterios estrictos. Al capturado se le pide que se introduzca en una red de cáñamo y luego se lo balancea antes de llevarlo al siguiente bar, donde compra su libertad pagando la cuenta de las bebidas. El jueves de las chicas las mujeres llevan máscaras y bailan en los bares. El fin de semana de festividades también incluye un desfile de carnaval y un baile infantil.
Relevancia moderna
Es una costumbre que podría generar escepticismo entre feministas de hoy en día: ¿por qué se sigue concediendo a las mujeres solamente tres días de poder en una época en la que se supone que la igualdad entre los sexos es la norma? Los miembros de la Asociación Meitlisonntag lo reconocen: las mujeres ya no necesitan que los hombres les concedan el poder en sus pueblos. Sin embargo, los derechos femeninos en general aún deben ser promovidos, y la celebración de esta tradición contribuye a ello.
La presidenta de la asociación, Priska Lauper, considera que la tradición debe ser preservada porque celebra la fortaleza de las mujeres y es única. Su hija de 16 años se unió al grupo por primera vez este año y Laupe espera que continúe. La costumbre ha sido incluida en la lista cantonal del patrimonio cultural inmaterial, una colección de tradiciones vivas suizas consideradas dignas de protección. La idea de la lista es dar a conocer las costumbres culturales y la forma en que son comunicadas.
El festival termina con la entrega simbólica de las riendas del poder a los hombres por parte de las mujeres, con la presentación de un gigantesco pan en forma de trenza llamado Zopf, pero Lauper dice que este gesto es totalmente irónico: “El domingo les decimos a los hombres que estamos devolviendo simbólicamente el poder. Les parece gracioso porque saben quién lleva realmente los pantalones: las mujeres”.

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