Cambio climático: el entorno natural helvético en riesgo
Suiza sería el país más afectado del mundo por el calentamiento del planeta, advierte el III informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), divulgado este lunes. "El clima de Suiza de mañana podría parecerse al clima mediterráneo de hoy", precisa el texto.
Mientras en la media mundial las temperaturas aumentaron en 0,6 grados desde principios del siglo XX, en Suiza el cambio climático entre 1961 y 1990 tradujo un incremento de un grado. Además, las precipitaciones pluviales aumentaron en 12% en este país, en tanto que el promedio del planeta para el siglo XX se situó entre 5 y 10%, según la misma fuente.
Entre los efectos del calentamiento del clima estarían la reducción de la cubierta nevada y el retraimiento de los glaciares alpinos, según el IPCC, establecido en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA).
El informe establece que el calentamiento del planeta es un proceso cuya evolución podría derivar, al cabo de unos cien años, en un aumento de las temperaturas del planeta del orden de seis grados.
"En Suiza el calentamiento climático afecta en principio al turismo invernal. Las estaciones de esquí situadas por encima de los 1.200 a 1.800 metros de altitud conocerán enormes dificultades a largo plazo, debido a la falta de nieve", advierte el documento.
Añade que, según la amplitud del incremento de las temperaturas, en la región alpina habría otra serie de repercusiones, entre ellas una eventual modificación del régimen de precipitaciones, amén de que el régimen hidrológico podría necesitar adaptaciones de las instalaciones hidráulicas y del sistema de abastecimiento de agua.
Más aún, la agricultura y la silvicultura también podrían resentir problemas suplementarios, subraya el informe.
En el curso de los últimos cinco años se han instrumentado diversas investigaciones en torno al cambio climático. Los expertos del IPCC analizaron esos estudios a partir de los cuales redactaron un informe que pone de manifiesto una realidad "dramática y alarmante".
Fortunat Joos, de la Universidad de Berna y vicepresidente del Grupo de Trabajo del IPCC, destacó que si no se instrumentan medidas políticas para proteger el clima, las mutaciones en ese rubro se van a acelerar con consecuencias tales como la fundición del manto de nieve y de hielo del hemisferio norte y de los glaciares alpinos.
"El riesgo de sequía al interior de los continentes irá creciendo lo mismo que el del aumento de las velocidades máximas de los vientos y de la intensidad de las precipitaciones provocadas por los ciclones tropicales. Numerosas regiones estarán amenazadas por la sequía y las inundaciones", precisó.
El calentamiento del planeta, que obedece fundamentalmente al empleo de gases de efecto invernadero - gas carbónico y metano - es decir, que resulta de la actividad humana, se ha incrementado con el paso del tiempo. La década de los 90 fue la más caliente de la historia, y en 1998 se registraron las más bajas temperaturas desde 1861.
Martín Berniston, director del departamento de Geociencias de la Universidad de Friburgo, habló a su vez de las técnicas de simulación del clima que han permitido establecer que, en los próximos 50 o 100 años, se puede esperar un calentamiento generalizado de la región alpina de entre 3 y 5 grados, además de que se incrementarían las lluvias en invierno.
"Dicho de otra manera, el clima suizo de mañana podría parecerse al clima mediterráneo de hoy", asentó el científico.
Para poner coto a una situación semejante, "la primera de las prioridades, que es además la opción más conforme con los principios de la economía de mercado, es la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero por parte de los países industrializados".
José Romero, representante de la Oficina Federal para el Medio Ambiente, los Bosques y el Paisaje (OFEFP) ante el IPCC, subraya que para lograr ese objetivo es menester el empleo de fuentes alternativas de energía, y que el costo inmediato que esa estrategia requiere, es compensado a la larga con ahorros en otros sectores. Empero, reconoce, en principio genera reticencias.
El funcionario se refirió también a los esfuerzos de Suiza para reducir el proceso del cambio climático y mencionó, en el plano interno, la aplicación de la ley sobre dióxido de carbono, en vigor desde el primero de mayo pasado y cuyo objetivo es la reducción de las emisiones de CO2.
Beat Nobs, responsable de la División de Asuntos Internacionales de la misma Oficina, se refirió, por su parte, al Protocolo de Kyoto - en torno a las negociaciones mundiales en la materia y cuya discusión quedó interrumpida por falta de consenso - y subrayó el apoyo de Suiza al empleo prudente de los mecanismos de flexibilidad propuestos por el informe de la IPCC.
Aludió asimismo al capítulo del informe en que se anota que los países en vías de desarrollo son más vulnerables a los efectos del cambio climático y que, además, no disponen de los medios para adaptarse a los mismos por lo que la estrategia de ayuda a esas naciones es un punto central de las negociaciones.
"Suiza considera que la solicitud de los países en desarrollo es legítima bajo diversos aspectos y requiere una respuesta, en particular, del Fondo Mundial para el Medio Ambiente", subrayó.
Marcela Aguila

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