Aprender la tolerancia desde el parvulario
En Macedonia, los jardines de infancia Mozaik (mosaico) acogen a niños de 3 a 6 años de diferentes orígenes étnicos y les enseñan a romper el círculo de los prejuicios sociales.
Desde 1997, la agencia de cooperación suiza financia este modelo único de parvularios plurilingües en Macedonia.
Para un país multicultural como Suiza parece casi natural respaldar un proyecto de tolerancia social basado en una enseñanza multilingüe desde la primera infancia.
Los jardines de infancia Mozaik forman parte de los proyectos de prevención y resolución de conflictos de la asociación internacional Search for Commom Ground (SFCG), presente en varios países, entre ellos Macedonia. Por sorprendente que resulte, en este lugar de confluencia de pueblos los programas plurilingües de SFCG son los primeros en su género.
En Macedonia viven macedonios, albaneses, turcos, romas y otros grupos minoritarios. Todo (radio, televisión, diarios, educación) se desarrolla en idiomas diferentes. Aunque viven en los mismos barrios, estas personas de diversas etnias prácticamente no se comunican entre sí. En el pasado también los niños tenían poquísimos contactos con sus coetáneos de otras culturas.
Autosegregación cultural
Esta forma de autosegregación cultural se debe al hecho de que, a diferencia de otros países del antiguo bloque soviético, Yugoslavia siempre reconoció a sus minorías étnicas concediéndoles el derecho a conservar y cultivar su lengua y cultura.
Es lo que se observa en Macedonia. Desde que en 1991 se independizó de forma pacífica de Yugoslavia, el país ha sido escenario de múltiples conflictos étnicos. Pero los enfrentamientos nunca llegaron a la escalada vivida en Bosnia o Kosovo.
Para prevenir ulteriores tensiones, el gobierno concedió una mayor autonomía lingüística a cada grupo étnico, lo cual no hizo más que institucionalizar, a menudo, la autosegregación cultural.
Esta situación amenaza con tener consecuencias negativas sobre la cohesión nacional a largo plazo. En la óptica de la prevención de una posible escalada de la violencia étnica, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) ha decidido respaldar el proyecto de los jardines de infancia Mozaik.
"Para nosotros es también importante el aspecto pedagógico del proyecto Mozaik", explica a swissinfo Georgette Bruchez de COSUDE.
Aprender a respetar la diversidad de forma lúdica
En la Yugoslavia de Tito los niños iban a los jardines de infancia, sobre todo, para aprender a llevar uniforme. Todos los padres trabajaban a tiempo completo en las empresas estatales y los centros infantiles se regían por unos principios de disciplina más bien rígidos. El desarrollo de la individualidad del niño no era prioritario.
El concepto pedagógico de Mozaik, en cambio, quiere fomentar el desarrollo emotivo y social. "Queremos valorar el juego, el movimiento, un intercambio interactivo centrado en las necesidades de los niños. Tratamos de sensibilizarlos sobre las diferencias lingüísticas y culturales que existen en Macedonia", explica a swissinfo Vilma Venkovska, responsable de los programas educativos de Mozaik.
Para los niños de entre 3 y 6 años aprender expresiones de la jerga en otro idioma es un juego. "Pero no se trata sólo de la lengua", agrega Marko Lovrekovic, director nacional de la sección macedonia de SFCG.
Luchar contra los prejuicios ligados a una lengua
"Nos interesa luchar contra los prejuicios ligados a una determinada lengua. Cuando una persona que habla macedonio se encuentra con otra en la calle que habla albanés, antes de intentar entender lo que dice, asume ya una actitud preconcebida e viceversa". Lovrekovic, que es croata, ha podido observar este tipo de reflejo.
"A los niños les gusta venir a nuestros parvularios, porque pueden moverse y jugar en libertad y encuentran siempre una forma de comunicarse con sus compañeros en otro idioma, con gestos, mediante la música. Cuando sean grandes se acercarán a los otros grupos étnicos de un modo muy diferente al de las generaciones anteriores", señala convencido.
Gracias a la financiación extranjera del proyecto, los jardines Mozaik cobran prácticamente lo mismo que los parvularios normales, casi 20 euros. El gobierno de Macedonia aporta su granito de arena reconociendo oficialmente a estos jardines de infancia y acogiéndolos dentro de las estructuras estatales.
Pero la ayuda suiza a este proyecto está ligada de alguna manera al compromiso futuro del Ministerio macedonio de Cultura en pro de la enseñanza multilingüe, por el momento no institucionalizada.
"Para nosotros es importante que los niños que vienen a nuestros parvularios no conformen un grupo de privilegiados, sino que la idea del multilingüismo y la comunicación entre los pueblos esté anclada en la ley", concluye Georgette Bruchez.
swissinfo, Raffaella Rossello
(Traducción del italiano: Belén Couceiro)
Datos clave
Desde 1996 Macedonia es un país prioritario de la cooperación suiza en Europa del Este.
COSUDE respalda el proyecto Mozaik con 740.000 francos durante el periodo 2004-2006.
Junto con Suecia, Suiza es el principal financiador del proyecto.
Además del apoyo financiero, Suiza aporta material didáctico.
Contexto
Macedonia obtuvo la independencia de Yugoslavia en 1991 de forma pacífica.
En el 2001 se produjo una crisis, parcialmente importada de Kosovo, sobre los derechos de la minoría albanesa, pero se pudo contener el conflicto gracias a la intervención de la comunidad internacional.
Los jardines de infancia multilingües Mozaik contribuyen a prevenir futuras tensiones étnicas.
Actualmente existen nueve grupos de veinte niños cada uno que van a estos jardines en cinco ciudades macedonias.
En el futuro, se quiere extender este proyecto plurilingüe a la enseñanza primaria en Macedonia.

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